jueves, 13 de diciembre de 2007

El primer paso... reflexión de un payaso


Entro a un lugar sin conocer a nadie, salgo sintiendo que tengo más amigos.
La maravilla del contacto humano. El dejarnos conocer a los demás. Sentirnos.
Establecemos afectos, creamos lazos y reconocemos motivaciones en común, este es un gran comienzo para la transformación: hoy me transformo yo.


El haber asistido a un encuentro de estas características carga de energía a cualquiera, y sin duda, refuerza las convicciones sobre la necesidad de un cambio en la forma en que hoy en día se mueve el mundo.

Todos estamos enterados de cómo nuestra sociedad día a día avanza a un estado mayor de injusticia, alineación del ser humano, inequidad social y económica, aumentando en todos los sentidos la insensibilidad ante los procesos personales y sociales.
Sin embargo, la conciencia sobre el estado actual de nuestra sociedad, o una eventual critica, no son suficientes para plantear un cambio social sustancial.

En este sentido, la forma en que veo al arte es la de una herramienta para la transformación social. Para esto entonces, es necesario dejar el ego un tanto de lado y no concentrarse en el reconocimiento individual del acto artístico (además de no pensar que es la única forma de lograr la transformación social), sino al contrario, reconocer la obra como resultado del proceso en común (trabajo mancomunado).

Mirando al arte desde esta perspectiva, tal vez no muy común en el universos de los artistas, podemos intervenir socialmente para multiplicar la visión de necesidad de transformación social.

Sin embargo, no puede haber transformación social sin no existe previamente la transformación de uno mismo. El reencuentro con nuestro ser interno. El conocerme y reconocerme. El saber desde uno mismo el por qué de una transformación social.
Creo que sólo con este comienzo podremos luego conectarnos con los demás y con el espacio en el cual vamos a actuar como “artistas-transformadores”.
Quiero decir, la transformación nace de darse cuenta que es necesario cambiar, y ese cambio tiene que ser desde el ser.

Bajo esta óptica, la tarea que pienso nos queda hacia delante, es la de crear, en una primera instancia, una red de cooperación entre agrupaciones, en la cual podamos mantener el contacto para conocernos mucho más y reforzar los afectos que despertamos en este primer encuentro.
Además, a través de esta red de cooperación, podemos intercambiar conocimientos sobre experiencias en arte y transformación social (sin restar obviamente cualquier otra experiencia que queremos contarnos), como también visitarnos en nuestras ciudades y pueblos para apoyarnos en las actividades que realicen las agrupaciones y multiplicar la “actitud transformadora”.

Acción – Reflexión - Acción

Saber - Saber Hacer - Saber Ser


Amigos, abriguemos juntos la posibilidad de transformar mediante el arte.
Respira, abre los ojos, ríe a carcajadas, juega, dialoga con el mundo, canta tus cantares, abraza, baila, siente, siéntete, respira mas hondo, comparte lo tuyo, y nunca dejes de sonreír.

Con mucho amor
Rodolfo Norambuena y Polvorita

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